¿CÓMO ELEGIR MI PRIMER TECLADO?

¿Cuál teclado es ideal para mi?, pianos para iniciar, ¿teclados para principiantes?.

Estas son algunas de las preguntas más comunes al entrar en el mundo de los instrumentos de teclado, dada la cantidad de opciones que ofrece el mercado entre pianos acústicos, teclados digitales, sintetizadores, arrangers, organetas y otros términos que muchas veces tienden a confundir. 

Lo primero que hay que definir a la hora de elegir un instrumento musical para aprender a tocar:

• Objetivos de la nueva afición
• Presupuesto
• Necesidades reales.
• Tipo de estudio y género de enfoque 

Es muy diferente un teclado para alguien que ya tiene definido que se quiere dedicar a este instrumento con las horas de estudio que este implica, a alguien que hasta ahora quiere explorar hasta dónde llega su afición.

Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de estudio y el género al que pretendemos enfocarnos. Podemos empezar aclarando que no es lo mismo aprender piano clásico que teclados en general.

Vamos a ver algunos aspectos a tener en cuenta para poder diferenciar entre teclados domésticos (organetas) y pianos digitales para poder escoger el piano adecuado para lo que estamos buscando

Octavas (número de teclas)

La principal diferencia entre el teclado doméstico y el piano es el número de teclas del instrumento. Mientras que el teclado doméstico puede tener 49 teclas (4 octavas), 61 teclas (5 octavas) o incluso 73-76 (6 octavas), el piano digital dispone siempre de las 88 teclas (poco más de 7 octavas) del piano acústico, es decir, el teclado completo.

Al comienzo esto no va a hacer mucha diferencia, pues tanto en el método de enseñanza de piano clásico, como en el aprendizaje enfocado a piezas más sencillas de música popular, el estudiante estará concentrado en las 5 octavas centrales del teclado. Hasta que no se adquiera un cierto nivel, no oiremos aquella frase célebre de: “Papá, ¡Me faltan teclas!”.

Lo relevante con el tamaño del teclado es que la persona pueda digitar con ambas manos aquello que practica en sus clases. Muchas veces son los niños los que explican a sus padres que el instrumento con el que practican en la academia o el conservatorio tiene las 88 teclas.

Tecla contrapesada Vs Tecla sensible al tacto

También en cuanto a teclas se refiere, existe otra gran diferencia que a la postre será de gran relevancia a la hora de decidirse por teclado o piano digital.  Nos referimos al “contrapeso” o a la “acción martillo”.

 Los pianos acústicos tienen un sistema mecánico donde cada tecla activa un martillo acolchado que golpea la cuerda correspondiente. Este mecanismo le da a cada tecla un peso natural característico, al que poco a poco la mano se va acostumbrando.

Las teclas de los teclados digitales, al tratarse de un sistema electrónico de circuitos, no cuentan con un contrapeso natural. Es por eso que las organetas suelen tener lo que se conoce como tecla liviana. No es común encontrar en el mercado un teclado de 61 teclas con tecla contrapesada. Sin embargo, si podemos fijarnos en que por lo menos tenga teclas sensibles al tacto. Este tipo de tecla, pese a no ser contrapesada, es capaz de captar la velocidad y fuerza con la que la pulsamos y por tanto emite un volumen distinto respondiendo al peso de pulsación. Esto permite que el aprendizaje musical no se estanque cuando se comiencen a ver conceptos musicales como dinámica y expresividad, y hace que la vida útil del instrumento sea más larga que un teclado sin tecla sensible, que aunque son más económicos, en poco tiempo va a implicar una recompra.

Aunque ningún teclado digital necesita un contrapeso natural, los pianos digitales incluyen un contrapeso artificial que ayuda a ejercitar y acostumbra la mano al peso que el estudiante va encontrar en un piano acústico. Acá aparecen los conceptos de “tecla martillo” o “hammer action”. Esto es necesario en el caso del método de enseñanza del piano clásico de academias y conservatorios, que incluye ciertas técnicas propias del piano acústico de cuerda. Al ser difícil para un alumno adquirir un piano acústico (de cuerdas), con la inversión que ello supone, es donde entra el piano digital (sin cuerdas, pero con contrapeso) como alternativa viable para estudiar piano clásico. Nuevamente, lo importante es que el estudiante pueda practicar en casa, en un instrumento lo más parecido posible al que encuentra en la academia.

Funciones adicionales

Otra de las grandes diferencias entre las organetas y los pianos digitales, aunque ésta no se cumpla en el 100% de los casos, son las funciones que desempeña cada instrumento. Por lo general, las organetas vienen equipadas con un gran número de sonidos y acompañamientos rítmicos, que muchas veces son un gran gancho para los niños, puesto que pueden tocar sus canciones favoritas con el sonido de una banda de rock de fondo. 

Los pianos digitales por el contrario, sobre todo los modelos pensados para el estudio, son un poco más sobrios en ese sentido. En la mayoría de pianos digitales no vamos a encontrar más de 20 sonidos, que por lo general corresponden a distintos tipos de piano, pianos eléctricos, clavicordio y órgano. No suelen llevar acompañamientos ni grandes librerías de sonidos, aunque siempre hay opciones y versiones que los llevan. 

Está en cada uno de nosotros definir si necesitamos estas funciones o no, y para los niños muchas veces es un arma de doble filo. Tantas funciones para algunos niños puede ser la razón por la que se sientan al piano, mientras que para otros niños no va a significar sino distracción.

Polifonía

Para terminar con las diferencias, nos queda otro apartado no menos importante, que es la polifonía. Muy resumidamente, es el número de notas o sonidos que pueden sonar a la vez en un teclado digital. También influye en la calidad del sonido del piano. Teóricamente, entre más alta sea la polifonía, más se acerca al sonido del piano acústico real. Esta escala corresponde a un sistema binario similar a la memoria de los computadores, por lo que aplica únicamente para teclados digitales.

En los teclados domésticos, según el número de teclas, irá desde 8, 16, 20, 24, 32 48 y hasta 64 voces de polifonía normalmente.

Los Pianos Digitales comienzan normalmente en 128 voces de polifonía, aunque para estudiar piano clásico se recomienda un mínimo de 192 voces. Lo ideal es contar con un piano digital con 256 voces de polifonía para un sonido más realista. También los hay por debajo con 128, que probablemente sean más económicos, así como también podemos encontrarnos con polifonías de 384 voces o incluso 512 en los modelos más avanzados.

En conclusión, aunque parezca que no es fácil decidir, puesto que al final, nadie sabe si los jóvenes aprendices de piano van a querer seguir estudiando o no, la mayoría de las veces es el instrumento el que ayuda a que el alumno no se rinda. Cuanto más parecido tenga con el que utiliza en la escuela, más apego ganará con el instrumento y más satisfacción y disfrute obtendrá, lo que se traduce en mayores posibilidades de éxito. 

Aunque se agradece la intención de sorprender con un instrumento como regalo, es muy importante que el instrumento lo escoja la persona que lo va a utilizar. La música es sobre todas las cosas disfrute, por eso la importancia de escoger un instrumento que a la persona le guste y del que pueda disfrutar. Eso puede ser lo que finalmente marque la diferencia entre una práctica diaria o que el instrumento termine acumulando polvo en algún rincón de la casa.