Una mirada honesta sobre los altibajos del proceso creativo
Al trabajar con música, o en cualquier ámbito creativo, sabemos que hay días en que todo fluye y otros en los parece que lo ha olvidado todo, incluso cómo tocar una nota. A veces practicamos durante horas sin avanzar; Otras veces no tenemos ganas ni inspiración, aunque amemos la música. Pero eso, aunque no se hable tanto, es completamente normal.
Bienvenidos al bloqueo creativo: ese incómodo silencio entre tú y tu instrumento, donde las ideas no aparecen, las manos no responden como antes o la motivación se esconde sin dejar rastro.
¿Por qué pasa esto?
El bloqueo creativo puede surgir por diferentes razones, ya sea por cansancio, exceso de autoexigencia, estrés, comparación con otros músicos o rutinas poco estimulantes. Esto no significa que sea una señal de fracaso, ya que esto es una parte natural del proceso creativo en cualquier área.
Ningún músico, ni siquiera los más grandes, está exento de esta experiencia. Figuras tan reconocidas como Beethoven pasaron por bloqueos creativos e incluso hablaron de sentirse perdidos o estancados. Sin embargo, eso no les impidió componer sus mejores obras después de una larga pausa.
La inspiración constante no existe.
Vivimos en una cultura que valora más la productividad sin descanso, pero la creatividad no funciona de la misma forma, pues no somos máquinas. La música, como cualquier arte, necesita espacio, pausa y, a veces, aburrimiento. Es precisamente en esos momentos de aparente “vacío” donde pueden surgir ideas nuevas e inesperadas.
Aceptar que no todos los días serán brillantes es liberador. Es el primer paso para reencontrarte con las ganas, la inspiración y volver a disfrutar de la música como antes, sin la presión de “crear algo increíble” cada vez que tomas tu instrumento.
¿Qué puedes hacer?
Puesto que a todos nos puede pasar tener un bloqueo creativo, es importante saber cómo gestionar esos momentos y saber cómo superarlos para seguir con tu pasión: la música.
Aquí te compartimos algunas ideas que pueden ayudarte:
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Cambia de ambiente: Un cambio de entorno puede ser un gran estímulo para la creatividad. Salir a caminar, visitar un lugar nuevo o simplemente reorganizar tu espacio de trabajo, influye en tu estado mental y puede renovar tus ideas.
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Crea una rutina de práctica: Incluso cuando no te sientas inspirado, mantener una práctica regular ayuda a mantener tus habilidades vivas y facilita que tu creatividad fluya, aunque no lo percibas. La constancia es una gran aliada en momentos de baja motivación.
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Lleva un diario creativo: Escribir tus ideas, pensamientos o emociones con respecto a la música en un diario, te ayudará a seguir más detalladamente tu proceso y te permitirá identificar patrones creativos, o recuperar ideas que habías pasado por alto.
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Recupera proyectos inacabados: Estos proyectos que dejaste a medias, ya sea porque no te hayas convencido o los olvidaste, pueden desbloquear tu creatividad. No estás empezando desde cero: es como colaborar con tu “yo” del pasado.
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Busca retroalimentación: Compartir tu trabajo con otras personas, y obtener una retroalimentación constructiva, puede abrir nuevas ideas o perspectivas que antes no habías considerado. También puedes reforzar tu confianza y motivarte a seguir adelante.
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Toma descansos: Es esencial tomarte el tiempo que necesitas para descansar. A veces alejarte un poco del trabajo puede darte una nueva perspectiva al regresar. A veces, lo que necesitas no es forzar, sino respirar.
Te recordamos que el silencio también es parte de la música. Tu camino creativo viene con subidas y bajadas, por lo que cada bloqueo es una oportunidad para encontrar algo nuevo. La clave no está en evitar dichos bloqueos, sino en entender que, aunque pueden ser incómodos, son parte de crecer en esta hermosa profesión.


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